Entre esas joyitas que me enteré, destacan
las siguientes:
Primera:
Un día, que estaban los padres del vallecano, y mientras yo “iba al baño”,
llegaron mi tío S., y mi tía M., salió a relucir el tema del coche… Mis tíos: “Bueno,
por el coche no tienes que preocuparte, porque aunque haya quedado siniestro,
con el seguro, te pagan el valor del coche”. Mis suegros: “¡Uy!, eso no va a
poder ser, porque tu sobrina Gema fue tan inteligente, que cuando tuvieron que
renovar el seguro, en lugar de hacerlo a todo riesgo, lo hicieron a terceros”.
La realidad, era la siguiente: Cuando el
vallecano compró el coche, hizo el seguro del coche a todo riesgo, pagándolo
semestralmente; pero cuando acabó la anualidad, nosotros estábamos bastante
apurados de dinero, y era demasiado dinero.
Un domingo de los que íbamos a comer a
casa de mis suegros, y cuando aún no había vencido el seguro, pero le faltaba
poco, así hablando salió el tema, y le dijimos que no sabíamos cómo íbamos a
hacer con el coche, porque no podíamos pagar el seguro tan caro, y que habíamos
mirado otras compañías, y que aunque algo más barato habíamos encontrado,
seguía todavía siendo caro para lo que nos podíamos permitir en esos momentos.
Respuesta de mis suegros: “Pues nada, si
no podéis pagar el seguro, no podréis andar con el coche, porque sin seguro, ya
sabéis que no se puede ir”.
Más adelante, cuando ya estaba a puntito
de vencer el seguro, le comenté el problema a mi padre directamente, sin
andarme con rodeos, y me dijo: “No te preocupes cariño. El seguro a todo riesgo
sí, es muy caro por lo que me dices, pero para que podáis seguir usando el
coche, podemos hacer lo siguiente. Os meto yo en mi compañía, que con tantos
años como llevo saldrá más barato, pero tendrá que ser a terceros, porque
sabemos que tenemos bastantes gastos, pero tranquila, yo os lo pago”
Resumen: Encima de que mi padre se hizo
cargo de pagar el seguro del coche para que pudiéramos seguir usando el coche,
y que ya previamente había pagado unas cuantas letras del coche a mis suegros,
sin habernos pedido ni un solo duro… ¿todavía pretendías so pedazo de bruja,
que mi padre pagase de su bolsillo el seguro a todo riesgo, cuando realmente el
coche era de tu hijo?, ¿y además tienes la caradura de criticarlo, cuándo
vosotros ni tan siquiera nos planteasteis el podernos ayudar a pagarlo o algo?.
Vamos hombre, no me jodas fastidies.
Segunda:
Otro día que fueron los abuelos del vallecano a verle, y por lo visto, según
les contaban los padres del vallecano y el vallecano a los abuelos… ¡¡¡yo me
había follado acostado con R.C., y aunque yo lo negaba, el vallecano sabía
que era verdad porque había encontrado una parte del envoltorio de un
preservativo, cuando nosotros no usábamos preservativo!!! (repito lo que dije
en una entrada anterior…, llevar la fama, sin haber llevado el provecho…,
¡¡¡manda huevos narices!!!; y encima, me tachaban a mí como la infiel,
cuando la realidad es que yo era la cornuda). Vamos, que no sé si la mentira la
habían inventado entre los padres del vallecano, y el vallecano; o solamente la
inventó el vallecano, y los padres así lo creían porque se lo había dicho su
hijo.
Entonces, los abuelos del vallecano,
hicieron la siguiente propuesta: “¿Y por qué no contratáis un detective para la
que siga?, así cuando la vuelva a pillar siéndote infiel, con las pruebas que
te consiga, puedes solicitar el divorcio por ella ser una adúltera, y además, si
no me equivoco, puedes solicitar quedarte con el piso que habéis comprado entre
los dos, y la empresa de ella, como indemnización por su comportamiento, por
haberte engañado”
Yo no conozco mucho la ley como va en
temas de divorcios, pero en el supuesto caso que yo hubiese sido la infiel…,
dudo mucho que la ley diga que se puede quedar con el piso por todo el morro, y
mucho menos, quedarse con mi empresa, cuando hicimos una separación de bienes
previa a yo hacerme cargo de la empresa familiar que me pasó mi padre. (Menos
mal que le hice caso a mi padre en su momento, sino, lo que si tengo muy claro,
es que la mitad de la empresa le pertenecería al desgraciado
sinvergüenza). Como podéis ver, sólo se movían por el interés. Vaya familia, ya
los abuelos eran buenas piezas por lo que se ve.
Tercero:
Otro día (y ya el último ejemplo de las joyitas que pude oír), según yo me fui al
“baño”, al poquito de salir, le dijo la madre al vallecano: “Ha llamado la
sevillana. Dice que le gustaría hablar contigo, pero no se atreve a llamar por
si vuelve a cogerlo Gema. Le he dicho que no se preocupe, que cuando venga tu
hermano y no esté Gema, nosotros la llamamos a ella, para que así pueda hablar
contigo, y que de todas formas, puede llamarnos a casa todas las veces que
quiera, y la diremos como vas, y si quieres darle algún recado, ya se lo
decimos también”. ¡¡¡Increíble!!!, yo que no me quería creer lo que me había
dicho mi amigo, de que la madre del vallecano y el hermano estaban al corriente
de la verdad (o al menos de la historia que se traía con la sevillana), y
resulta que sin que la propia madre lo supiera, me lo confirma con sus
palabras.
Hubo más cosas que escuché, pero vamos,
todas vienen a rondar sobre el mismo tema, como por ejemplo oír al hermano
hablar con la sevillana por teléfono y pasarle el teléfono al vallecano,
aprovechando que yo había ido al “baño” (que meona estaba hecha en aquella
época, ni que tuviera el muelle flojo, jejeje... - risa falsa y triste -).
Que calvario de matrimonio....que suegra mas ****....pero mas ****.
ResponderEliminary otra cosa que pienso es que yo no me meteria nunca en un follon de ese calibre si soy la susodicha sevillana...
Que fuerte debes de ser Gema.
Un beso.
La verdad es que aunque esté mal decirlo por mi parte, sí, soy muy muy fuerte..., lo malo de eso..., que cuando ya no puedo más me derrumbo, pero me derrumbo del todo, de no poder ni levantarme de la cama.
ResponderEliminarLo bueno que tengo?, que ese derrumbamiento también es tan fuerte, y tan intenso, que me dura como mucho 5 días.
Después, me levanto..., y como el Ave Fénix, renazco de mis cenizas (que poético me ha queda´o por Dios) jajajaja... Pero es cierto, así me sucede a mí.